IntroducciónEn un libro de SEP-Setentas apareció un artículo de Appendini y Murayama (1972), en el que estudiaban los cambios en el desarrollo de las entidades federativas del país entre 1900 y 1960. Los autores habían estimado el producto interno bruto (PIB) de las entidades federativas, con base en una metodología publicada en la revista Demografía y Economía en ese mismo año (Appendini, Murayama y Domínguez, 1972).En 1996 el INEGI publicó información del producto interno bruto por entidad federativa para los años (Series 1970, 1975 , 1985y 1993. Tener información del PIB por entidad federativa para el siglo XX, nos permite analizar las desigualdades regionales deMéxico con criterios diferentes a los estudios tradicionales de corto plazo. Por otra parte, los elementos teóricos que habían acompañado el estudio de las desigualdades regionales en México fueron sustancialmente superados por la nueva teoría del crecimiento económico (Krugman, 1993).En los años setenta se recurría a tres modalidades para explicar la convergencia o divergencia en el ingreso regional: a) el modelo neoclásico que predecía la convergencia (Borts y Stein, 1964); b) la causación circular acumulativa que pronosticaba mayor desigualdad entre [533]
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ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOSlas regiones ricas y las pobres (Myrdal, 1957 y Kaldor, 1970; c) la forma de campana de Williamson (1965) que supone un incremento en la desigualdad regional en las primeras etapas de desarrollo y una disminución de ellas en etapas posteriores. Quintanilla (1976) y Unikel (1976) analizaron estas perspectivas en nuestro país.La nueva teoría del crecimiento económico (crecimiento endó-geno) surge en el segundo quinquenio de los años ochenta: Romer (1986) y Lucas (1988). Con ella revive el interés de los economistas por el tema de la convergencia, y las exigencias de formalización propias de esta teoría dan lugar a una literatura sofisticada que aparece en los años noventa.En un campo paralelo de estudio -la urbanización de países más y menos desarrollados-tuvo lugar un cambio fundamental en los años setenta y ochenta (la descentralización demográfica), lo que dio lugar a un nuevo punto de vista en la investigación de las desigualdades regionales: Berry (1976, 1988), Vining (1977Vining ( , 1982Vining ( y 1986, Mera (1973aMera ( , 1988Mera ( y 1995 y Burns (1987).El propósito de este ejercicio es analizar estas nuevas formas de estudiar las desigualdades regionales. Primero, presento un resumen de los modelos tradicionales, y tomo el trabajo de Quintanilla (1976) como ejemplo de su aplicación al caso mexicano; luego ilustro los modelos neoclásico y de crecimiento endógeno, que han sido motivo de la literatura reciente sobre el tema de la convergencia, y examino los datos del PIB per cápita de las entidades federativas de México (1900de México ( -1993, para conocer si éstos se acercan a uno y otro modelo; por último, hago referencia a la asociación entre la descentralización demográfica, el ciclo económico y las desigualdades regionales, y trato de conocer...