INTRODUCCIÓNEn los tiempos de nuestros abuelos la obesidad no parecía ser un problema de salud. Su frecuencia era baja y afectaba sólo a la población adulta. Los médicos no la consideraban como algo patológico y por ello no ponían gran esmero en sus recomendaciones para prevenirla ni en su tratamiento. Por el contrario, era un signo de opulencia y quién poseía un abdomen abultado, parecía ostentarlo con orgullo, como una demostración que le había ido bien en la vida.En aquel entonces nadie podía haber imaginado que la obesidad se iba a extender como una epidemia afectando a todas las edades, desde los niños en sus primeros años de vida a los adultos llegando a ser, después del cigarrillo, una de las mayores causas de muertes prevenibles por su asociación a enfermedades crónicas, como la hipertensión, los accidentes vasculares cerebrales, las coronariopatías o la diabetes tipo 2, entre otras.Fue a partir de la década de 1950, que se comenzó a notar en U.S.A. un incremento de la obesidad, que se aceleró en forma imprevista durante el periodo 1980-2008. El índice de masa corporal (una medición de obesidad, que divide el peso por la talla al cuadrado) se incrementó abruptamente, llegando a tomar las características de una verdadera epidemia. Ello alarmó a los especialistas en salud, hasta el punto de pronosticar que de seguir la tendencia, para el año 2050, el sobrepeso y obesidad sería la regla para todos los norteamericanos (1). Se pronosticaba que como consecuencia de ello, comenzaría a disminuir la expectativa de vida de ellos, la que a partir del año 1800 se va incrementando consistentemente. Según afi rmaba el Centro de Control de Enfermedades y Prevención de Washington (CDC), "la bomba de tiempo todavía no había estallado" y aseguraban que en los próximos años se iban a ver las devastadoras consecuencias de esta inesperada epidemia. Simultáneamente igual incremento de la obesidad, con similares características comenzó a observarse en diversos paí-ses, tanto desarrollados como emergentes y subdesarrollados (2). Dos hechos epidemiológicos llamaban poderosamente la atención: a) que por primera vez y en los diferentes países, la obesidad estaba afectando a la población infantil, tanto de preescolares, escolares como de adolescentes y b) que la mayor incidencia de obesidad se concentraba en los niveles socioeconómicos bajos, lo que aparentemente era un contrasentido. Así en U.S.A. las mayores incidencias se concentraban en la población negra y latina que en general son las de menores ingresos. La misma tendencia se observaba en los diversos paí-ses afectados (3). Dicho de otra manera, la obesidad disminuía en la medida que incrementaba el ingreso.En medio de la alarmante tendencia y los agoreros pronósticos, fue una sorpresa lo observado por Katherine Flegal, epidemióloga del CDC (Cronic Disease Center) y su equipo, quienes comprobaron que en el periodo 2003-2010 la prevalencia de la obesidad en adultos se había estabilizado en aproximadamente 35%, tanto para varones como para mujeres (4). Lo más llamativo era que...
Desnutrición infantil y daño del capital humanoInfant undernutrition: damage to the human capital Rev Chil Nutr Vol. 41, Nº2, Junio 2014 La desnutrición, junto con la pobreza y el subdesarrollo, constituyen un círculo vicioso del cual es difícil desprenderse. Según Naciones Unidas, sumidas en estas adversas condiciones vive casi un tercio de la población mundial (Informe FAO 2013: "Estado de la Inseguridad Alimentaria en el mundo"). Las opiniones y estrategias que se han propuesto frente a esta injusta realidad, varían según sean las creencias, vivencias, saberes, o ideologías de quienes las emiten. Muchos economistas piensan que no se posible eliminar la pobreza y la desnutrición mientras persista el subdesarrollo, ya que este condicionaría la persistencia de una y otra (1). Sociólogos y políticos prefieren afirmar que previamente es necesario mejorar la distribución de la riqueza, y piensan que con ello desaparecería la pobreza y consecutivamente la desnutrición. Pero otros concluyen que el problema es al revés: no es la pobreza en sí, la que impide avanzar, sino el daño producido por la desnutrición y la adversidad medioambiental durante los primeros períodos de la vida, que en su conjunto no sólo impactan a los que la sufren directamente, sino también, a la sociedad entera. Afirman que el daño que produce un medioambiente adverso en los que van naciendo, termina repercutiendo negativamente en las estructuras del tejido social, limitando sus posibilidades de desarrollo (2).A primera vista pareciera un contrasentido el que durante los últimos tiempos el ser humano haya sido capaz de generar tantos y tan fantásticos nuevos conocimientos, que le han ido permitiendo alcanzar hasta hace muy poco tiempo, condiciones de vida inimaginables, pero que no haya sido capaz de Este trabajo fue recibido el 22 de Abril de 2014 y aceptado para ser publicado el 28 de Mayo de 2014. Different evaluations and research carried out between 1950 and 1970 showed that undernutrition and poverty during the early years of life were the main cause for early mortality (50% of all deaths in children 0 to 15 years of age) and permanent damage in those who survived. These were a "hidden threat" which hampered the advancement to equal opportunity and the socioeconomic improvement of the country. Making people aware of this reality was crucial to implement interventions to prevent the damage to children before and after birth. ABSTRACT
There are already several countries that have accepted marijuana as a soft drug, separating it from more dangerous ones. Yarious therapeutic properties have even been attributed to its use. Others, however, think that its use should be prohibited due to the mental interference and behavioral changes produced either by its occasional use as well as the permanent mental damage linked to chronic marijuana use. In order to clarify this divergence of opinions, the scientific literature is reviewed. It is concluded that there is a serious risk, especially for teenagers, associated to chronic marijuana use due to the presence of more frequent psychotic and schizophrenic episodes, which can be permanent, while consumption during pregnancy results in brain damage to the fetus, similar to fetal alcohol syndrome. Scientific research also indicated that smoking marijuana produces an even more severe bronchial damage than tobacco, with risk of lung cancer. In conclusion, the notion that marijuana is a risk-free soft drug is a serious mistake, based on the available conclusive scientific research that shows the opposite.
Reflexiones sobre el aumento de la obesidad en Chile Reflexions on the increase of obesity in Chile
scite is a Brooklyn-based organization that helps researchers better discover and understand research articles through Smart Citations–citations that display the context of the citation and describe whether the article provides supporting or contrasting evidence. scite is used by students and researchers from around the world and is funded in part by the National Science Foundation and the National Institute on Drug Abuse of the National Institutes of Health.
customersupport@researchsolutions.com
10624 S. Eastern Ave., Ste. A-614
Henderson, NV 89052, USA
This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.
Copyright © 2025 scite LLC. All rights reserved.
Made with 💙 for researchers
Part of the Research Solutions Family.