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The era of knowledge economies is inextricably linked with the current wave of globalization, which is asymmetrically benefiting Northern countries and thereby exacerbating the enormous wealth and quality of life gap with their Southern counterparts. Meanwhile, scientists, governments, and commercial institutions in the South are searching for effective ways to respond. Rather than insisting on developing indigenous technologies when abundant and well-proven technologies already exist, scientists can help choose the right ones and learn how to use them in specific contexts. As science and scientists are crucial in knowledge economies, they are increasingly figuring prominently in government decision-making. The wealth of nations in the era of knowledge economies is not based in their reserve of raw materials, but in their knowledge, research, technology, and innovation capacity. In short, for the Third World in particular, human capacity building is essential. In recent decades, a few Third World nations have experienced numerous world class scientific and technological achievements. This paper examines a few such national cases as well as makes assessments of necessary measures for nations of the South to advance with science and technology in service of socioeconomic development at the present juncture.

En la actualidad, las empresas pueden realmente añadir valor a sus productos o servicios si son capaces de acumular conocimiento y aplicarlo de forma innovadora. Es decir, el conocimiento y su gestión constituyen la clave de la diferenciación de la empresa y, por tanto, de la obtención de un mejor posicionamiento en el mercado. Este aspecto adquiere su verdadera importancia si se tiene en consideración la emergencia de una nueva dimensión dentro del contexto que se está configurando a través del concepto de "Sociedad del Conocimiento” y materializado como la “Nueva Economía”. Este nuevo paradigma económico-cultural no afecta sólo a las empresas, sino también a las condiciones de trabajo y a los hábitos de vida y de ocio de las personas. Se analizan en este trabajo el conjunto de factores que deben ser incorporados en la organización para superar los retos a los que se enfrenta para ser competitiva en este nuevo escenario y que hacen referencia a la gestión del conocimiento, como activo estratégico diferenciador; la gestión del cambio, como estrategia competitiva a medio y largo plazo; la formación de los profesionales, como garantía de éxito a la hora de enfrentarse a los nuevos requisitos de cualificación y a los cambios culturales que están implícitos en estos procesos; y, por último, la estructura de la organización, como elemento que condiciona la flexibilidad, independencia, niveles de especialización y accesibilidad.

En el mundo actual ninguna industria puede definir una estrategia corporativa realmente competitiva si no considera el estado del arte de la tecnología y los últimos avances de la ciencia. El objetivo del presente trabajo es mostrar algunas experiencias en la industria cubana sobre la vinculación entre la innovación tecnológica y la estrategia corporativa y su efecto en la competitividad. Para ello se estructura en dos partes. La primera parte, trata el marco conceptual necesario para la comprensión del enfoque estratégico y sistemático que se propone, haciendo énfasis en la literatura de la región iberoamericana. En la segunda parte del trabajo se presenta el enfoque propuesto para gestionar la innovación tecnológica en la industria cubana y se recogen los resultados de interés que se han obtenido fundamentalmente en la Industria Básica Cubana, utilizando dentro de los métodos de dirección, la Dirección Integrada de Proyecto, como un medio eficaz en la I+D y la innovación, que a partir de los resultados exitosos obtenidos, ha sido extrapolado a grandes proyectos industriales y organizacionales. Además, se expone la aplicación de los enfoques modernos de gestión de calidad en las etapas de I+D biofarmacéutica.