La artrosis u osteoartritis es una de las enfermedades degenerativas más prevalentes en el adulto mayor que afecta la integridad estructural y funcional del sistema musculoesquelético. A pesar de no existir una cura conocida para la artrosis, los síntomas se pueden mejorar por medio de ejercicios terapéuticos. En la actualidad una de las terapias que está tomando relevancia es la hidroterapia por su eficacia a corto plazo sobre el dolor y la función, debido principalmente a la disminución de los efectos de la gravedad y a la temperatura a la cual se acondiciona el medio que mejoran el flujo sanguíneo y facilitan la relajación muscular. Sin embargo, pocos estudios han examinado la influencia de la inmersión en agua sobre la estabilidad muscular, siendo gran parte de esta investigación anecdótica, y la que existe a nivel científico difiere en los métodos aplicados debido a la ausencia de protocolos estandarizados para evaluar el impacto de los recursos acuáticos terapéuticos y su papel en la rehabilitación. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue determinar estadísticamente si existe diferencia entre la hidroterapia y la fisioterapia en la mejora de la estabilidad postural en pacientes con artrosis de rodilla que reduzca la necesidad de una intervención quirúrgica en esta población. Participaron dos grupos de estudio cada uno de 28 personas, el primer grupo realizó la terapia en tierra y el segundo en agua, antes y después de la intervención, se realizó la medición de la coactivación muscular. Se evaluó estadísticamente la base de datos y como resultado se obtuvo a partir del análisis descriptivo de cada grupo que el protocolo implementado en hidroterapia mejora en mayor medida la estabilidad postural de los pacientes, pero de acuerdo con la estadística inferencial donde se comparan los dos grupos de estudio, no hay diferencia estadísticamente significativa entre la terapia convencional y la hidroterapia, por lo tanto, independiente del medio donde se realice la terapia, se logrará una mejoría en la estabilidad postural luego de su implementación, lo que podría reducir la necesidad de una intervención quirúrgica en esta población.
Background:
Postural stability enables humans to maintain the center of mass of their body within their base of support. Nevertheless, over time, such stability is affected by different factors such as age, repetitive strain, and accidents. Although studies in this field have investigated the effectiveness of hydrotherapy, only a few of them have explored its influence on postural stability, which is reflected in a lack of research that estimates its impact on rehabilitation.
Aim:
To determine the immediate and final effects of an aquatic routine protocol on the postural stability of elderly subjects.
Methods:
The postural stability of 20 adults over 60 years of age was analyzed using electromyographic and baropodometric methods. Electromyographic signals were obtained from the tibialis anterior, soleus, both gastrocnemius, vastus medialis, and biceps femoris to calculate the coactivation percentage of the muscles in charge of postural stability. The baropodometric data were collected to analyze the area of the stabilometric ellipse, mean plantar pressure, and weight distribution percentage.
Results:
The outcome of both methods revealed improvements in the elderly patients after the aquatic routine protocol was applied, which indicates that the type of water exercises implemented in this study has positive effects on their postural stability.
Conclusion:
The postural stability of the elderly participants was improved after each session because their stability index decreased along with the electrical activity of some muscle pairs, their body weight was better distributed, and the area of body oscillation was reduced. However, this effect was immediate and not final.
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