Introducción: Numerosos estudios epidemiológicos indican que la enfermedad de Parkinson (EP) resulta de una interacción compleja entre diversos factores, algunos de los cuales confieren riesgo y otros protección. Sin embargo, cuando se analiza a fondo el diseño metodológico de cada estudio, se descubre que muchos no controlaron diversos factores de confusión, abriendo la posibilidad de que la asociación encontrada (o ausencia de ella) fuese en realidad un artefacto metodológico. Objetivo: Destacar algunos de los factores de confusión que deberían ser controlados para minimizar fuentes de sesgo en los estudios epidemiológicos de los factores de riesgo y protección de la EP. Desarrollo: Se describen posibles sesgos en los estudios de factores que se han asociado a un mayor riesgo de desarrollar la EP (exposición a plaguicidas, traumatismos craneoencefálicos, tener familiares en primer y segundo grado con EP, haber padecido depresión, tener antecedentes de estreñimiento crónico), así como factores que parecen conferir protección (consumo de tabaco, cafeína y analgésicos no esteroideos). Conclusión: Es necesario llegar a un consenso en cuanto a la metodología de los estudios epidemiológicos de factores de riesgo/protección asociados a la EP. Para reducir los sesgos se recomienda: (1) aplicar criterios que aumenten la certeza de que los familiares con EP fueron diagnosticados correctamente, (2) estimar cuantitativamente la intensidad y duración de los factores bajo estudio, (3) reducir los sesgos de causalidad inversa, excluyendo de los análisis aquellos factores que pudieron ocurrir como consecuencia de los síntomas prodrómicos de la EP, que conservadoramente inician 10 años antes del diagnóstico.
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo progresivo e incurable, que afecta con mayor frecuencia a personas de edad avanzada. Su diagnóstico es clínico y se basa en la aparición de varios síntomas motores como: temblor en reposo, bradicinesia, rigidez muscular e inestabilidad postural. Sin embargo, en las últimas décadas se ha reconocido que la EP también se manifiesta con síntomas no motores, entre los cuales se encuentran los trastornos de control de impulsos (TCI), los cuales se definen como conductas realizadas en forma impulsiva-compulsiva que pueden interferir en las principales áreas de funcionamiento de la vida de la persona, hasta el grado de causarle problemas físicos, psicológicos, sociales, jurídicos o financieros. Los TCI han sido vinculados con el uso de la terapia de reemplazo dopaminérgica, en especial de los agonistas de los receptores dopaminérgicos de tipo D3 como el pramipexol. Tradicionalmente cuatro tipos de comportamientos han sido reconocidos y clasificados como TCI y estos son: la hipersexualidad, las compras compulsivas, el juego patológico y la ingesta compulsiva de comida también llamada trastorno de atracones, sólo estos dos últimos están descritos en la edición más reciente del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Por otro lado, existen otras manifestaciones que por sus similitudes neurobiológicas pueden ser consideradas también TCI o adicciones conductuales. En la presente revisión se presenta una somera descripción de las hipótesis acerca de la fisiopatología de los TCI, sus manifestaciones clínicas más importantes, los factores de riesgo para desarrollarlos y algunos abordajes terapéuticos.
Los egipcios consideraban que el asiento de las emociones, el alma y la inteligencia no estaba en el cerebro sino en el corazón, al embalsamar para la momificación a sus muertos como primer paso se extraía y desechaba el cerebro a través de las fosas nasales. A diferencia de otros órganos de la economía como el corazón o el hígado, el cerebro fue visto por estos antiguos anatomistas como un órgano poco atractivo compuesto esencialmente por grasa, resbaladizo, gris y sin mucha variación.
Objective:The objective of the study is to identify the risk and protective factors associated with Parkinson's disease (PD) in inhabitants of Yucatan. Methods: Case control study. A questionnaire with the main risk and protective factors for PD described in the literature was applied to cases and controls. Results: The sample consisted of 85 cases and 124 controls. In the univariate logistic regression analyzes, it was found that the following factors were significantly associated with a higher risk of developing PD: family history of PD (OR = 5.28, p = 0.001), personal history of diabetes (OR = 2.35, p = 0.01), the number of head trauma (OR = 1.35, p = 0.02), number of general anesthesia received (OR = 1.27, p = 0.050), exposure to organic solvents (OR = 2.73, p = 0.02) and the years of exposure to organic solvents (OR = 1.05, p = 0.01): Conclusions: The findings of this research indicate that the inhabitants of the state of Yucatan are exposed to the following risk factors: having a relative with PD, personal history of diabetes, number of head traumas, exposure to organic solvents, years of exposure to organic solvents and number of general anesthesia received.
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