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Revisamos 20 pacientes con abscesos hepáticos piógenos para evaluar si la tomografía axial computerizada (TAC) y la ultrasonografía (US), tanto en su vertiente diagnóstica como en la terapéutica, han mejorado el pronóstico de la enfermedad. La TAC mostró una sensibilidad del 94 % y la US del 78 %. La demora diagnóstica fue de 16 días, 8 de los cuales transcurrieron en el hospital. Del total, 11 pacientes fueron tratados con cirugía abierta y 8 con drenaje percutáneo, precisando uno de ellos cirugía posterior por recidiva. Un paciente falleció sin ser diagnosticado. Mientras que los tratados percutáneamente no sufrieron complicaciones destacables, éstas surgieron en el 58 % de los tratados con la parotomía. En este grupo se prolongó significativamente la estancia hospitalaria. Estos resultados confirman al drenaje percutáneo como tratamiento de elección del absceso hepático, siempre que no existan contraindicaciones para realizarlo.