Se realizó un estudio descriptivo, cuantitativo y transversal en estudiantes de posgrado de Medicina de la Universidad Regional Autónoma de los Andes durante el período 2015-2018. El universo estuvo constituido por la totalidad de los estudiantes de posgrado de Medicina y la muestra fue no probabilística, seleccionada según el criterio de encontrarse en la universidad en el momento de aplicación del instrumento de recogida de la información (cuestionario); finalmente quedó constituida por 67 estudiantes de posgrado.
La tuberculosis es uno de los principales contribuyentes a la carga mundial de morbilidad y ha recibido una atención considerable en los últimos años, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos, donde está estrechamente asociada con el VIH / SIDA. El entorno penitenciario se ha citado a menudo como un posible reservorio de tuberculosis. La mala adherencia al tratamiento es común a pesar de diversas intervenciones destinadas a mejorar la finalización del tratamiento. Se realizó un estudio transversal, retrospectivo y descriptivo entre internos de dos centros penitenciarios, analizando el diagnóstico de TB, la comorbilidad TB-VIH y la finalización del tratamiento a partir de los registros nacionales. Se probó la significación de los factores de riesgo mediante análisis bivariado. Se consideró un valor de p <0,05 como estadísticamente significativo. Se observó una asociación significativa entre la TB y grupo etario (p=0,0032), tratamiento no exitoso (p=0,0093) y coinfección TB/VIH (p<0,001). Factores de riesgo asociados como el VIH y el tratamiento no exitoso resaltan la necesidad de revisar las estrategias de tratamiento con un enfoque interinstitucional.
Los diversos fármacos para luchar contra el complejo Mycobacterium tuberculosis, causante de la tuberculosis, han sido utilizados por varias décadas, resultando de manera colateral en la mutación de cepas resistentes a uno o más de esos medicamentos. La tuberculosis multirresistente, identificada como TB-MDR, es una forma de tuberculosis causada por bacterias que no responden a la isoniazida y la rifampicina, los fármacos de primera línea más eficaces. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe dos esquemas de tratamiento con medicamentos de segunda línea para estos pacientes: el tradicional esquema alargado, y el más reciente esquema corto, que varían en duración y en los medicamentos administrados. Aquellos casos donde los pacientes que no finalizan su tratamiento se denominan Pérdida Del Seguimiento (PDS), aumentando los riesgos para el paciente y para la comunidad. En esta investigación se desarrolla un modelo predictivo, basándose en los datos del tratamiento de 3 grupos de pacientes con tuberculosis farmacorresistente en Ecuador entre los años 2010 y 2015, el cual permite concluir que la aplicación del régimen corto de tratamiento posibilita reducir a casi la mitad el número de pacientes que interrumpen su asistencia al programa, en comparación al régimen largo de 2 años, aunado a que factores como los desafíos psicológicos, las dificulades financieras o los efectos secundarios de los medicamentos pueden tener menor impacto en el paciente que es tratado en menor tiempo.
El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia vida. Los niños y adolescentes que se presentan para recibir atención médica con conducta suicida requieren una cantidad variable de intervención médica, social y psiquiátrica, dependiendo de la seriedad de su intención, sus factores de riesgo subyacentes y su sistema de apoyo emocional. El presente artículo se basa en un proyecto de vinculación que realizó la carrera de Medicina de UNIANDES, con lo cual se identificó el nivel de conocimiento que tenían los adolescentes sobre el suicidio, con lo cual se pudo realizar una intervención tanto por parte de los docentes de la Unidad educativa como de nuestros tutores del proyecto como de nuestros estudiantes de la carrera.
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