This case series evaluates 12 patients presenting posttraumatic infected nonunions affecting long bones of the upper extremity, treated with staged reconstruction using polymethylmethacrylate spacers with antibiotics in the first stage and bone graft impregnated with antibiotics in the definitive surgical procedure. Five nonunions affected the humerus, four the ulna and three the radius. All nonunions were atrophic. Patient's age averaged 35.9 years. The size of the bony defect averaged 2.8 cm. Time between original trauma and revision surgery averaged 9.6 months. Follow-up averaged 19 months. All nonunions healed after an average of 5 months. DASH score at last follow-up averaged 15 points. Although two surgical procedures are needed, one to cure infection and another to achieve bony union, this approach for posttraumatic infected nonunions of long bones of the upper extremities represents a valid treatment alternative.
Introducción: Las tasas de infección periprotésica, a veces, son subestimadas, ya que muchos casos de presunta falla aséptica pueden deberse a una infección no reconocida. Los objetivos de este estudio fueron: 1) estimar la prevalencia de cultivos positivos intraoperatorios inesperados, 2) determinar si las comorbilidades o los factores de riesgo de los pacientes tuvieron relación con la presencia de cultivos positivos inesperados, 3) determinar la supervivencia del implante en un seguimiento mínimo de12 meses.
Materiales y Métodos: Se realizó un estudio retrospectivo y observacional. En las historias clínicas electrónicas, se identificaron todas las revisiones de artroplastia total de cadera de una única institución entre 2014 y 2021. Resultados: De las 49 revisiones de artroplastia total de cadera en un tiempo, 9 pacientes (18,4%) tuvieron un resultado positivo inesperado. Los microorganismos aislados fueron: Staphylococcus aureus (3), Pseudomonas aeruginosa (1), Staphylococcus lugdunensis (1), Staphylococcus epidermidis (2), Staphylococcus haemolyticus (1), Streptococcus epidermidis (1). Ninguna comorbilidad tuvo significancia estadística para favorecer cultivos positivos inesperados en las revisiones asépticas. El 2% de la muestra, con un período de seguimiento de 49 meses, se reinfectó.
Conclusiones: Nuestro estudio arrojó una prevalencia de cultivos positivos inesperados del 18,4%. Ninguno de los factores de riesgo reportados en la bibliografía se asoció con un mayor riesgo de cultivos positivos inesperados, excepto los niveles altos de velocidad de sedimentación glomerular. Nuestros hallazgos son compatibles con los publicados y sugieren que los cultivos positivos inesperados en revisiones presumiblemente asépticas no tienen consecuencias significativas en la supervivencia del implante.
<p><strong>Introducción</strong></p><p>La pérdida de hueso proximal en la cirugía de revisión del vástago femoral es el principal desafío que presenta el cirujano al momento de realizar una revisión. El objetivo es obtener una fijación estable de los componentes, así como la restauración de la cinemática de la articulación.</p><p><strong>Material y métodos</strong></p><p>Evaluamos 37 pacientes (39 revisiones femorales) entre 2010 y 2014 en los que se utilizó tallos cónicos no cementado de fijación distal (28 modular y 11 no modulares). La edad promedio fue 63,5 años (DS: 13,3). Fueron incluidos 18 (48,64%) mujeres y 19 (51,35%) hombres. Se intervinieron 14 (35,89%) casos de aflojamiento aséptico, 14 (35,89%) infecciones, 7 (17,94%) fracturas peri protésicas, 3 (7,69%) fractura de vástago y 1 (2,56%) por inestabilidad. El seguimiento medio fue de 42 meses (rango, 24-74).</p><p><strong>Resultados</strong></p><p>La puntuación de Harris media mejoró de 37 (10-77) puntos antes de la operación a 81 (33-96) puntos en el último seguimiento. Cuatro pacientes (10,2%) presentaron luxación; uno (2,5%) infección profunda; uno (2,5%) tuvo una fractura intra-operatoria; se produjo hundimiento en 3 (7,6%) pacientes y fue necesario revisar 2 (5,1%) implantes femorales.</p><p><strong>Conclusiones</strong></p><p>El vástago cónico ha mostrado resultados satisfactorios en 2 a 6 años de seguimiento en varias condiciones de revisión femoral. Emplea una técnica simple y reproducible con una mejoría clínica ampliamente publicada.</p>
Introducción: Las fracturas de platillo tibial representan el 1% de todas las fracturas. El resultado funcional depende principalmente del rango de movilidad de la rodilla, la estabilidad de la articulación y el dolor. El objetivo de este estudio fue evaluar el resultado funcional, el rango de movilidad, las complicaciones posoperatorias y el dolor en pacientes que sufrieron fracturas de platillo tibial por traumatismos de alta energía.Materiales y Métodos: Serie de 51 pacientes (edad promedio 48 años), con un seguimiento promedio de 42 meses. Se evaluaron el rango de movilidad, los resultados funcionales con el test de KOOS y el dolor con la escala analógica visual.Resultados: Veinticinco pacientes tenían fracturas Schatzker tipo V y 26, tipo VI. El rango de movilidad promedio era de 2,4°-120,68° en el grupo de fracturas tipo V y de 1,5°-118,04° en el otro grupo. Respecto del dolor, hubo diferencias significativas (p = 0,0403) en pacientes con fracturas Schatzker tipos V y VI: el 50% de los pacientes con fracturas tipo V no refirió dolor y el 50% de aquellos con fractura Schatzker tipo VI indicó dolor >2 y un 25%, <3.Conclusiones: Las fracturas de platillo tibial siguen siendo un cuadro en el que los resultados modifican considerablemente la calidad de vida de los pacientes. Por ello, se les debe informar sobre la posibilidad de malos resultados funcionales a largo plazo y múltiples cirugías; como así también que es posible que no recuperen el nivel previo de actividad deportiva y laboral.
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