Introducción: El sangrado mayor es frecuente en salas de cirugía y causa el 40% de las muertes por trauma. Su diagnóstico y tratamiento adecuado por anestesiólogos, es prioritario para la sobrevida. No hay datos en el Hospital Universitario de Neiva sobre la morbimortalidad en este escenario ni existe un protocolo de manejo estandarizado. Objetivo: Determinar la orbimortalidad a las 24 horas y mortalidad a 30 días, en pacientes mayores de 15 años con diagnóstico de sangrado mayor en salas de cirugía, aplicando un protocolo estándar de manejo. Material y Métodos: Se diseñó un estudio cuasi experimental para pacientes con sangrado mayor. La cohorte prospectiva recibió protocolo estándar (PE) de manejo. Se determinó el valor de lactato sérico, base exceso y mortalidad a las 24 horas y 30 días, comparándola con la cohorte histórica tomada de los registros de la Unidad de Cuidados Intensivos. Resultados: De 63 pacientes, 26(41.9%) fueron controles retrospectivos sin protocolo de manejo, 13 (21.1%) recibieron protocolo completo y 24 (38%) recibieron protocolo incompleto. Con protocolo la mortalidad proyectada para las 24 horas bajó de 48/1000 a 32/1000. A los 30 días sin protocolo la tasa de mortalidad fue de 129/1000, con protocolo incompleto de 48/1000 y con protocolo completo de 32/1000. El lactato sérico disminuyó y la base exceso aumentó cuando se aplicó el protocolo de manejo. Conclusiones: La aplicación de un protocolo de manejo en pacientes que cursen con sangrado mayor, disminuye la mortalidad a las 24 horas y 30 días del evento desencadenante en un 70%.
La inserción de sonda nasogástrica es un procedimiento que consiste en introducir una sonda de polivinilo a través de los orificios nasales, avanzarla por esófago hasta ubicarla en el estómago. En pacientes bajo anestesia general con intubación orotraqueal, la inserción presenta una tasa de fracaso hasta del 50% según la técnica en el primer intento. Situación que se convierte en un reto hasta para los anestesiólogos experimentados. Objetivo: Evaluar la tasa de éxito y complicaciones en la inserción de una sonda nasogástrica utilizando una guía esofágica comparada con la técnica digital a ciegas. Materiales y métodos: Estudio experimental tipo ensayo clínico controlado de dos grupos de comparación, uno experimental de 19 pacientes (grupo A) en el que se utilizó la guía esofágica para la inserción de la sonda nasogástrica, y el otro de control de 21 pacientes (grupo B) con la técnica digital a ciegas, en un periodo comprendido entre los meses de julio y diciembre del 2012. Resultados: No hubo diferencias significativas entre ambos grupos (p>0,5) en edad, peso y estatura. El tiempo utilizado para inserción de sonda fue significativamente menor en el grupo A con una media en segundos de 70,89 segundos. El número de intentos, en el grupo A fue mucho menor que en el grupo B en un 89.5% y 57,1% respectivamente para el 1er y 2do intento, mientras que en el 2do y 3er intento fue de 10.5% y 42,9%; la incidencia de enrollamiento en el grupo A fue significativamente menor que en el grupo B con 21.1% y 71,4% respectivamente. No se presentaron complicaciones en el grupo A con la inserción de la sonda frente a 3 casos en el grupo B, sin presentarse complicaciones severas en ninguno de los dos grupos. Conclusiones: El uso de una guía para el paso de la sonda nasogástrica demostró ser un procedimiento practico y efectivo que permite un procedimiento en menor tiempo cuando se emplea en paciente bajo anestesia general con entubación orotraqueal. El número de intentos para el paso de sonda nasogástrica con guía es mucho menor en comparación al no uso de la misma. Además las deformaciones, que fueron en su mayoría enrollamiento, se presentaron principalmente cuando no se usa guía, y las complicaciones presentadas, el sangrado nasal que solo se presentó en el grupo B. Por lo tanto, y de acuerdo al análisis estadístico, se recomienda el uso de guía esofágica para el paso de sondas nasogástricas en paciente entubado.
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