“…Para el caso 0-1 (Tabla 3), se encuentra que utilizar servicios contables, apoyarse del autoconsumo (cuidado de la liquidez), incrementar la productividad, no contar con socios (reducción de riesgo de comportamientos oportunistas ante la falta de contratos), ser constante en la operación (en línea con Berrone et al, 2014) y en el nivel de ventas, y no presentar incrementos abruptos en la rentabilidad (reducción del riesgo de gasto en bienes duraderos para el hogar, por ejemplo) estarían asociados a una probabilidad de 94.7% de que un emprendimiento establezca su primer local comercial en el corto plazo. Para el caso 1-2, la Tabla 4 muestra que utilizar servicios de contador, no autoconsumir bienes de la empresa (acorde con lo señalado por Hayes et al, 2015, en lo referente al manejo de insumos), incrementar la proporción de hombres en la plantilla (inequidad de género), ser la actividad laboral prioritaria del emprendedor, incrementar el número de empleados y ser más flexible en la operación (por ejemplo, por la tercerización de la economía), se pueden asociar a una probabilidad de 61.3% de que el emprendedor establezca un segundo local comercial en el corto plazo. Finalmente, las probabilidades de pasar a la categoría superior, calculadas en los valores medios de las variables, son de 55.9% para el caso 0-1 y de 5.3% para el caso 1-2.…”