“…La problemática de la desinformación ha suscitado un creciente interés tanto en la esfera académica como en el ámbito profesional, con el propósito de mitigar los perniciosos efectos asociados a este fenómeno. Su exploración ha sido abordada desde diversas perspectivas, entre las que se incluyen la conceptualización de las fake news (Brennen et al, 2020;Baptista & Gradim, 2022), el análisis de la estructura de las noticias falsas (Salaverría et al, 2020;Tandoc et al, 2021;López-Martín et al, 2023), la investigación sobre su propagación (Hollowood & Mostrous, 2020;Salaverría et al, 2020;Raponi et al, 2022), así como la incidencia de factores psicológicos en la credibilidad de estos contenidos (Kappes et al, 2020;Batailler et al, 2022). Es particularmente destacable que, durante el último trienio, se ha observado un énfasis especial en los estudios relacionados con el fact-checking (García-Marín & Salvat-Martinrey, 2022;Ceron & Carrara, 2023;García-Marín et al, 2023).…”