Este artículo muestra los hallazgos de una etnografía realizada en el pueblo de San Andrés de Pica al interior de la provincia del Tamarugal, en la primera región de Tarapacá, Chile. El objetivo fue analizar las prácticas de movilidad y traspaso de fronteras en los migrantes recién asentados al pueblo rural de Pica, escala poco abordada en la literatura. Los datos fueron obtenidos mediante entrevistas y observación participante durante una estadía prolongada en el pueblo que indagó por la reconstitución de los momentos de la migración: antes, durante y después del viaje. En el transcurso los y las entrevistadas adquieren un capital espacial, un “saber migrar”, relacionado con la movilidad que se constituye en un acervo compartido, aprendido y practicado entre ellos. Este saber forma habituaparte de los itinerarios transculturales entendidos como el transito e interacción entre esferas sociales y espacios diversos las que incluyen estrategias y prácticas de renegociación identitarias para el cruce de fronteras, territoriales, culturales, sociales y simbólicas.