Leer e investigar en la universidad se han posicionado como dos tareas complejas y
cargadas de demandas particulares que ameritan de la experticia y de la formación
necesaria, pues las mismas entrañan potencialidades vinculadas con el desarrollo del
pensamiento y de la construcción de conocimiento.En atención a lo expuesto, con el
ensayo que se presenta a continuación, se intenta realizar una revisión de las demandas
e implicaciones que tienen el leer e investigar en educación superior, entendiendo que,
las concepciones recientes proponen la necesidad de leer en modo crítico como una
herramienta al servicio de procesos de indagación objetivos, válidos y pertinentes no
solo en su aporte al avance y a la progresividad de la ciencia, sino a la capacidad para
responder a las necesidades sociales como uno de los cometidos de toda comunidad
científica. Por tal motivo, vale la afirmación de que la lectura y la investigación se
constituyen para el que se forma en el nivel superior, dos actividades académicas sobre
los que gira el procesamiento y la producción de nuevo conocimiento, mediante la
participación del pensamiento reflexivo, analítico y reflexivo que le otorgue
rigurosidad, objetividad y sistematicidad como exigencias pautadas para ser reconocido
como válido en el ámbito científico.