Introducción: la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles han aumentado su prevalencia en toda América Latina, a niveles preocupantes, incluso en la población infantil. El desplazamiento de los patrones alimentarios basados en el consumo de alimentos sin procesar o mínimamente procesados, por los productos ultraprocesados (PUP) se replicaría en niños y niñas que concurren a comedores comunitarios. Objetivo: describir el consumo de PUP y panificados y analizar la relación del consumo de PUP con características del hogar y edad en niños y niñas que concurren a comedores comunitarios en el Partido de Almirante Brown. Materiales y métodos: se realizó un estudio con diseño observacional, transversal, retrospectivo y analítico. A través de un muestreo no probabilístico intencional, se incluyeron 158 niños y niñas de 2 a 12 años con sus padres, madres o tutores, que concurren a 20 comedores. Los datos se relevaron a través de un cuestionario sociodemográfico y un recordatorio de 24 hs. Se determinó la contribución a la dieta diaria de los grupos de alimentos y bebidas según la clasificación NOVA y de panificados y galletitas. Resultados: Los PUP, procesados, alimentos frescos e ingredientes culinarios aportaron el 31%, 14%, 26% y 11,5% respectivamente a la ingesta calórica total. Los PUP consumidos en mayor proporción fueron las bebidas azucaradas y las galletitas dulces. Los alimentos frescos eran provistos principalmente por el comedor, aunque con una escasa variedad. No se hallaron diferencias entre el porcentaje de ingesta de PUP según la cantidad de miembros del hogar menores de 18 años (p=0,331), la edad (0,871) y el tipo de hogar (p=0,873). Conclusión: los alimentos y bebidas consumidos eran provistos principalmente por programas sociales. Se requiere profundizar en la implementación y el cumplimiento de marcos normativos para garantizar una adecuada calidad nutricional en las prestaciones de dichos programas.