“…Las actividades en la red permiten a las partes integrantes de la misma mantener relaciones de negocio, que a menudo se caracterizan por la confianza, la adaptación mutua de los recursos a lo largo del tiempo y las expectativas con respecto al comportamiento futuro de las partes (Forsgren, Holm y Johanson, 2007;Kontinen y Ojala, 2011). En este contexto, para conseguir ser eficientes, los directivos han de coordinar la interacción de los diferentes actores de la red de negocio (Forsgren, Holm y Johanson, 2007;Hohental, Johanson y Johanson, 2014) y comprender que las capacidades de su organización son limitadas, aunque pueden ser completadas y complementadas a través de la colaboración con otras empresas de la red (Madhok, 1996;Rialp, Galván-Sánchez y García, 2012). La posición de una organización en la red es importante, porque le concede la posibilidad de acceder a los recursos internos de otras organizaciones y a otros mercados (Johanson y Mattson, 1988;Gilmore et al, 2006;Zhou, Wu y Luo, 2007).…”