En esta investigación nos planteamos conocer qué uso lingüístico hacen de WhatsApp las personas con estudios universitarios, y estudiar las posibilidades de incorporar este tipo de escritura en los centros educativos. Trabajamos con una muestra de 38 personas con estudios superiores, analizando 529 conversaciones y 3.872 intervenciones de WhatsApp. Los resultados nos permiten afirmar que la comunicación por mensajería instantánea ha dejado de ser exclusivamente de tipo textual, y cada vez se hace más expresiva y variada con imágenes, vídeos, audios, stickers o referencias a webs. Este uso multimediático de la mensajería se ha impuesto, también, en hablantes con niveles de estudios elevados. Vemos como los usuarios más jóvenes realizan conversaciones más largas que los mayores, y las mujeres más extensas que los hombres, pero no se han encontrado diferencias significativas entre los sujetos de distintas titulaciones. El uso de disonancias con la norma culta de escritura se da más frecuentemente entre los sujetos más jóvenes y/o con menor nivel de estudios que en los graduados; lo mismo ocurre con el uso de archivos intercalados en la conversación y con la utilización de emoticonos. También comprobamos que la incorporación de los teléfonos inteligentes a los procesos de enseñanza-aprendizaje (m-learning) está siendo cada vez más importante.Descriptores: Aprendizaje en línea, Tecnología educacional, Aprendizaje informal, Educación.In this research, we consider the linguistic use of WhatsApp made by people with university studies, and to study the possibilities of incorporating this type of writing in schools. We worked with a sample of 38 people with higher education, analyzing 529 conversations and 3,872 WhatsApp interventions. The results allow us to affirm that communication by instant messaging is no longer exclusively textual, and it is becoming more expressive and varied with images, videos, audios, stickers or references to websites. This multimedia messaging usage has also been imposed on speakers with high levels of study. We see how younger users engage in longer conversations than older ones, and women, in longer conversations than men, but no significant difference has been found between subjects from different academic degrees. The use of dissonances with the cultured writing norms occurs more frequently among the younger subjects and / or with lower level of studies than in the graduates. The same happens with the use of files interspersed in the conversation and with the use of emoticons. We also see that the incorporation of smartphones into the processes of teaching and learning (m-learning) is becoming increasingly important.