Antecedentes: La neuromielitis óptica se caracteriza principalmente por afectar de forma severa la médula espinal y los nervios ópticos ya sea en un episodio clínico único o en brotes y remisiones, siendo una causa de discapacidad en jóvenes y adultos. Se clasifica como variante óptico-medular de la esclerosis múltiple, pero los estudios sugieren diferencias entre ambas, principalmente por la presencia de un anticuerpo específico en sangre llamado Inmunoglobulina G anti neuromielitis óptica (IgG-NMO) o anti-acuaporina 4 (AQP4) que se une a los canales de agua diseminados en el sistema nervioso central (SNC), y que además se ofrece como prueba diagnóstica. Reporte de caso: se trata de una paciente en edad pediátrica, diagnosticada con neuromielitis óptica, con sintomatología visual y compromiso motor en extremidades inferiores, con tratamiento con azatioprina oral y posteriormente rituximab, con adecuada respuesta al manejo. Conclusión: se debe considerar la NMO en la edad pediátrica, el diagnostico diferencial de esclerosis múltiple e iniciar manejo temprano para evitar complicaciones y recidivas.