Resumen:Para sentar las bases de una adecuada utilización de la madera, es importante conocer su durabilidad natural bajo la acción de agentes bióticos y abióticos, por lo que el objetivo de este estudio fue determinarla en madera de Pinus durangensis, P. cooperi, P. strobiformis, P. teocote, Juniperus deppeana, Arbutus spp. y Quercus sideroxyla procedente de la región de El Salto, Durango, mediante evaluaciones rápidas (microcosmos terrestre y exposición a hongos degradadores). La durabilidad en microcosmos terrestres se consideró como las pérdidas de masa y de módulo de elasticidad dinámico (MOE din ). Para la exposición a los hongos solo se tomó en cuenta la pérdida de masa. Los resultados de la durabilidad en microcosmos terrestre, de acuerdo con la Norma Europea EN 350-1, clasifican a la madera en tres categorías: moderadamente durable (Juniperus deppeana, P. cooperi y P. durangensis), poco durable (P. teocote) y no durable (P. strobiformis, Quercus sideroxyla y Arbutus spp.). En relación a la pérdida del MOE din , las cuatro especies de pino y Juniperus deppeana registraron el menor valor, con 8.77 % en promedio; mientras que Quercus sideroxyla y Arbutus spp. Registraron hasta 25.63 %.En cuanto a la exposición a hongos, Trametes versicolor degradó en mayor medida la madera, con 16.15 % de pérdida de masa, destaca Quercus sideroxyla, con 32.57 %.Palabras clave: Hongos degradadores, madera, microcosmos terrestre, módulo de elasticidad dinámica, pérdida de masa, pruebas aceleradas.
IntroducciónLa madera es un grupo importante del carbono orgánico terrestre, cuyos componentes estructurales de la pared celular incluyen celulosa, hemicelulosa, y lignina. Esta última forma una matriz densa que protege los carbohidratos del ataque enzimático; la celulosa también es resistente a la descomposición, en particular en su forma cristalina, la cual es altamente ordenada. Aunque hay muchos agentes, tanto bióticos como abióticos que atacan la madera, los hongos son los principales descomponedores, por ser más efectivos durante el proceso de degradación, pero no se descarta a los insectos, bacterias, algas y xilófagos marinos; mientras que de los agentes abióticos se pueden mencionar la acción de la lluvia, el viento y la radiación solar (Trevisan et al., 2008;Hibbett et al., 2016).Ninguna especie maderable, ni siquiera aquéllas de reconocida durabilidad natural son capaces de resistir en forma indefinida el ataque de microorganismos, ya que la madera por ser un material de naturaleza orgánica, y en el estado en que se utiliza, ya no es fisiológicamente funcional, por lo que está sujeta a la siguiente etapa de la secuencia natural de cualquier ser vivo: el deterioro y la descomposición (De Oliveira et al., 2005). Los hongos xilófagos de pudrición blanca, marrón y blanda se han estudiado ampliamente, debido a su capacidad para degradar las paredes celulares de la madera, lo que provoca grandes daños y fallas en los productos en servicio; sin embargo, estos organismos juegan un papel importante en el ecosistema forestal, don...