El trabajo consta de un compilado de prácticas que giran en torno al vínculo entre poblaciones rurales y la fauna del noroeste de Córdoba, Argentina. Se documentaron 37 especies, mayormente nativas de relevancia local por ser cazadas para consumo, “control” o como mascotas. Se destacaron los grupos de mamíferos y aves, donde el 33% son “de casa”, el 16% pueden ser consumidas o amansadas (caza/casa) y el 51% son exclusivamente “de caza” (alimento, medicina, “control” de especies conflicto), ocasionalmente con otros usos o valoraciones. Las aves suelen ser de “casa” por estética y llamativos cantos. Los mamíferos usados como alimento o medicina, en el estadio inicial de crecimiento pueden ser visualizados como especies aptas para amansar; estando en esta doble categoría (casa y caza), por ejemplo, puma (Puma concolor), guanaco (Lama guanicoe) o pecarí (Pecari tajacu). Además, se mencionan especies meramente de consumo como la corzuela (Subulo gouazoubira) o especies introducidas como el jabalí (Sus scrofa) y la liebre europea (Lepus europaeus). La contradicción latente radica entre “casa” y “caza”, en donde criar juveniles, implica en ocasiones lidiar con la culpa de la muerte de adultos, un accionar atravesado por particularidades emocionales, generando sensaciones de protección y afectividad del humano hacia otro animal.