“…Como recomienda Arana et al (2001), se seleccionaron un mínimo de competencias que resultaban muy relevantes para el futuro profesional de la educación. Se eligieron a) la capacidad de organización y planifi cación, competencia que se tiene muy en cuenta a nivel profesional y en las organizaciones, pero poco considerada en la formación universitaria (Marzo, Pedraja y Rivera, 2006); b) la comunicación oral y escrita, habilidades básicas para los profesionales de la educación (Fernández, Torío y Viñuela, 2008), escasamente desarrolladas en los estudiantes universitarios (Arráez, et al, 2008;López-Justicia, Hernández, Fernández, Polo y Chacón, 2008); c) el trabajo en equipo, d) las habilidades interpersonales, competencias consideradas muy relevantes para las organizaciones (Torrelles et al, 2011) y relacionadas con el éxito social y personal aunque escasas en alumnado de educación (Fuentes, González y Raposo, 2008;García de la Vega, 2010;López-Justicia, et al, 2008); y fi nalmente e) el reconocimiento y respeto hacia la discapacidad, competencia fundamental para aquellos profesionales que atienden a este colectivo (López, 2009;Martínez, 2011). Se llevó a cabo un estudio cuantitativo de corte cuasi-experimental y diseño longitudinal de medidas repetidas antes y después.…”