La hepatitis autoinmune (HAI) es una enfermedad inflamatoria inmunomediada la cual requiere para su diagnóstico la integración de anomalías histológicas, hallazgos de laboratorio característicos, positividad de autoanticuerpos y exclusión de otras enfermedades hepáticas. Se presenta el caso de una paciente femenina de 28 años con un cuadro de ictericia generalizada de una semana de evolución asociado a dolor abdominal difuso e intermitente. Las pruebas hepáticas revelaron lesión hepatocelular (factor R= 17,6) con transaminasemia grave (aspartato-aminotransferasa [AST]: 1,502 UI/L, alanina-aminotransferasa [ALT]: 2,029 UI/L) e hiperbilirrubinemia conjugada (bilirrubina sérica total: 10,9 mg/dL, bilirrubina directa: 8,50 mg/dL). Las pruebas serológicas para virus hepatotropos fueron negativas, así como los autoanticuerpos para hepatitis autoinmune. La biopsia hepática percutánea reveló hallazgos compatibles de hepatitis autoinmune. Se calculó el puntaje revisado del Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune (IAIHG) de 1999 pretratamiento, en el que se obtuvo un puntaje de 16, por lo que se diagnosticó como HAI grave definitiva. La paciente fue manejada con esteroides orales y se obtuvo una mejoría clínica y bioquímica, por lo que fue egresada a los siete días de hospitalización, sin eventualidades. Mantener un alto índice de sospecha de HAI, a pesar de la negatividad inicial de los autoanticuerpos, y complementar el abordaje diagnóstico con biopsia hepática percutánea permite el diagnóstico y tratamiento oportuno de este grupo de pacientes, de modo que se previene la progresión a cirrosis avanzada y sus complicaciones.