En un mundo globalizado como el que habitamos, las ciudades están teniendo un crecimiento, en muchos casos acelerado y desordenado, y los espacios verdes cada día son más limitados. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU, 2021), desde el 2007, más de la mitad de la población humana (~3.500 millones de personas) vive en ciudades, y posiblemente la cifra se duplicará hacia el 2050; uno de los resultados de ello es la marginalidad, con el aumento de habitantes en barrios pobres, que además presentan infraestructuras y servicios públicos (como recolección de basuras, sistemas de acueducto,salud, vías públicas, etc.), inadecuados y sobrecargados, lo cual está empeorando la contaminación del medioambiente y el crecimiento urbano incontrolado, sin dejar de mencionar que también ha aumentado el hambre y las muertes por la falta de acceso a los alimentos, y que el aire que respiran los habitantes en las ciudades no cumple con las normas de seguridad establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que provoca alrededor de 4.2 millones de muertes al año por contaminación atmosférica.