En las dos últimas décadas, se ha producido en América Latina una rápida evolución de los mecanismos de gestión de la migración, con planteamientos innovadores. Más recientemente, han surgido nuevas políticas para abordar tanto los problemas antiguos como otros inesperados y apremiantes, como los repentinos y enormes flujos procedentes de Venezuela y Centroamérica. Centrándonos en dos grandes subregiones —Centroamérica y Sudamérica— y en cinco áreas principales de implicación estatal (inmigración irregular, control de las fronteras, relaciones con la diáspora, gestión multilateral de la movilidad interregional y migración forzada), revisaremos la tesis de que, al inicio del siglo, surgió un enfoque propio latinoamericano. Documentamos la creciente divergencia entre países y subregiones que está llevando a la región a plegarse a las tendencias globales.