“…Las fibras analizadas permitieron comprobar que las raíces de ambas especies son materiales compuestos por diferentes tipos de tejidos (Zhang et al, 2016), cuya disposición no permite un análisis mecánico simple, comúnmente aplicado a materiales sólidos, por lo que su comportamiento se debe evaluar como el correspondiente al de una estructura cuya parte más externa (epidermis y córtex) está integrada por las fibras más densas, lo que le permite soportar mayores esfuerzos (Niklas, 1992). Estudios químicos sobre estas fibras indican que también poseen mayores contenidos de celulosa, lo que las hace más rígidas (Dávalos- Sotelo, 2005), por lo que esta región, además de protegerla del medio exterior, también tiene la función de servir como soporte (Chao-Bo, Li-Hua y Jing, 2014). Por otra parte, el corte longitudinal de las raíces permitió apreciar que están compuestas por largas fibras cuya estructura pseudocristalina confiere a las raíces una alta resistencia mecánica en dirección de la fibra, pero una resistencia mínima en dirección perpendicular (Azcón-Bieto y Talón, 2013).…”