“…La competencia comunicativa de los maestros es crucial para la creación de ambientes ricos que ayuden a los alumnos a aprender los contenidos del currículo de una manera constructiva y a desarrollar su lenguaje (Justice y Ezell, 1999;Marinac et al, 2008;Mercer, 2010;Gràcia et al, 2015b). A través de la implementación del currículo, especialmente de aquellos objetivos y contenidos vinculados a la construcción de textos y la pragmática, se espera que los alumnos acaben la etapa de educación primaria (11-12 años) habiendo alcanzado una competencia pragmática en su primera lengua, en la lengua o lenguas vehiculares de los contenidos académicos, en la segunda lengua de la escuela (si procede), así como en la lengua o lenguas extranjeras, que les permita preguntar, pedir explicaciones, hacer demandas de información, cuestionar, plantear dudas, argumentar, rebatir, reflexionar sobre el lenguaje en situaciones diversas, más o menos formales o académicas, en relación con contenidos (relacionados con las matemáticas, lengua, experiencias personales, mundo en el que viven, música, aficiones, etcétera), interlocutores, contextos y objetivos diversos (Gràcia et al, 2017;Generalitat de Catalunya, 2013;Ishihara y Cohen, 2014).…”