“…Así, si sintácticamente en efecto es considerada como una locución adverbial de modo prácticamente unánime (Seco, Andrés y Ramos, 1999;DRAE, 2001;Calsamiglia y Tusón, 1999;Fuentes, 1991Fuentes, , 1994Fuentes, , 2009Santos Río, 2003), desde el punto de vista semántico-pragmático aparece en la bibliografía una multiplicidad de categorías: locución adverbial oracional reactiva de confirmación o marcadora de causa explicativa (Santos Río, 2003); marcador que introduce una operación discursiva de confirmación (Calsamiglia y Tusón, 1999), operador pragmático (Barrenechea, 1979), adverbio modal que actúa como "comentario" en entornos dialógicos y como "comentario" o "modalizador" en entornos tanto dialógicos como monológicos (Fuentes, 1994), operador modal que actúa como modalizador de confirmación (Fuentes, 2009), marcador conversacional de modalidad epistémica evidencial (Martín Zorraquino y Portolés, 1999), conector (Martín Zorraquino y Portolés, 1999;Falk, 2006), relacionado con los conectores que reformulan (Martín Zorraquino y Portolés, 1999). Parece haber consenso en que en efecto actúa sobre aserciones (o proposiciones), reforzándolas (Barrenechea, 1979;Martín Zorraquino y Portolés, 1999) y que ese refuerzo hace que la aserción sea afirmada (Casado Velarde, 1998;Santos Río, 2003), explicada o ampliada (Martín Zorraquino y Portolés, 1999) y/o, sobre todo, confirmada (Moliner, 2007;Calsamiglia y Tusón, 1999;Fuentes, 1991Fuentes, , 1994Fuentes, , 2009Martín Zorraquino y Portolés, 1999;Santos Río, 2003;Falk, 2006;Llopis, 2011). No obstante, para algunos autores en efecto puede mostrar también un sentido consecutivo (Calsamiglia y Tusón, 1999) o incluso causal (Santos Río, 2003).…”