En los ecosistemas digitales, la relación del ser humano con el tiempo deviene etérea y saturada. Es por ello que los procesos de configuración y consolidación de la memoria individual y colectiva, de los cuales los rituales han sido tradicionalmente modos de estandarización y codificación, se reconvierten y recodifican en la actualidad: mutan a otras modalidades de producción que pasan –necesariamente– por la publicación. En este punto, y teniendo en consideración el contexto actual de la COVID-19 como acelerador de la datificación, conviene preguntarse por la naturaleza del recuerdo en tanto texto digital, el cual parece postular que ser es ser visto: lo que no se publica no existe. De esta manera, cabe cuestionar entonces si lo publicado es un recuerdo como tal o si se trata de la alusión a un recuerdo que se activa (o que existe únicamente) mediante la publicación. Desde ese planteo, en este trabajo nos proponemos revisar de qué manera, en los entornos digitales, los recuerdos devienen nostalgia y postureo y, por tanto, cómo desde allí se presenta la (re)construcción de los nuevos rituales. Para ello acudimos a la revisión particular de los rituales asociados a la muerte a partir de las memorias personales que activó en los autores de este artículo la muerte de Sergio Roncallo-Dow, profesor, investigador y editor destacado en el campo de los estudios en comunicación.