“…En numerosas ocasiones se observa lo gravoso que significaba para los indígenas el trabajo forzado en las minas. Con motivo del hallazgo de minas realizado por Juan Ortiz de Urbina, vecino de Salta, en las cercanías del actual pueblo de Seclantás, en 1630 sus encomendados, calchaquíes y pulares, se rebelaron matándolo -junto a otros españoles e indios de servicio-y tomando como rehenes a "cuatro doncellas españolas" (Giudicelli, 2018). Otro ejemplo de resistencia lo vemos luego de la pacificación del valle calchaquí en 1665, en el pedido al gobernador del cacique de Anguinao, Pedro Aochoca, para que le diera tierras fuera del valle a fin de no tener que sufrir el trabajo en las minas: "…porque cuando hemos ido á Potosí, hemos visto á los Indios, que entran á la labor del cerro á sacar plata, y entran el lunes debajo de tierra, y salen el sabado" (Torreblanca, 2007: 108).…”