“…Investigaciones que emplean los modelos de nicho ecológico (MNE) para determinar la idoneidad del hábitat han sugerido que, en escenarios de cambio climático, las especies experimentarán reducción en su área de distribución. Esta problemática ha sido abordada en el área forestal (Gómez-Díaz et al, 2007;Benito-Garzón, Sánchez de Dios y Sainz-Ollero, 2008;Benito-Garzón, Alía, Robson y Zavala, 2011;Benito-Garzón, Ruíz-Benito y Zavala, 2013;Gutiérrez y Trejo, 2014;Leguía, Locatelli e Imbach, 2009), agrícola (Ibáñez-Campos, 2011; Tinoco-Rueda, Gómez-Díaz y Monterroso-Rivas, 2011), de conservación de la biodiversidad (Romo, Sanabria y García-Barrios, 2013) y del impacto de especies invasoras (Peterson, 2003;Martínez-Meyer, Cuervo-Robayo y Ortiz-Haro, 2016); contribuyendo al entendimiento de la magnitud y dirección de los cambios provocados por el cambio climático (Guisan et al, 2007). Lo anterior permite hacer recomendaciones a los responsables del manejo forestal a escala local y regional, en el mediano y largo plazo, promoviendo la conservación de las especies aprovechadas y sus hábitats (Navarro-Martínez et al, 2018).…”