En la actualidad existen dos pisos periglaciares activos en el Macizo de las Ubiñas: el nivoperiglaciar, situado entre 1750-1800 y 2100-2200 metros s.n.m.; y el crionival, ubicado por encima de 2100-2200 metros s.n.m. hasta el techo del macizo a 2417 metros s.n.m. (Fontán Sur). El piso nivoperiglaciar, donde los procesos son más atenuados y la nieve determina la actividad geomorfológica, se caracteriza por mantos nivales estables entre seis y ocho meses al año, siendo frecuente que se desencadenen aludes de nieve, así como movimientos en masa rápidos como los flujos de derrubios, los argayos y las fanas, además de otros de movimiento más lento como la solifluxión, la arroyada y el karst nival, aunque se han observado escasos ciclos de hielo-deshielo. Por su parte, en el piso crionival se aprecia una intensificación de los procesos anteriormente mencionados, a excepción de la caída de aludes, debido a unas temperaturas inferiores, en torno a 1 ºC y 3 ºC de media anual y a mayor presencia y duración de la nieve y los neveros permanentes. En estas cotas la crioturbación genera suelos ordenados (círculos de piedras y suelos estriados) y se observan procesos de gelidescamación y la gelidisyunción al combinarse la crioclastia y el karst nival,