“…A pesar de estar fuertemente influidas por una situación histórica específica y por la acción de agentes externos, como son los representantes de la FUNAI y de las ONG, estas transformaciones en la vida de los asháninkas no pueden ser vistas como imposiciones, sino más bien como reapropiaciones y reinterpretaciones creativas de ideas exógenas, pero de acuerdo con una lógica indígena. Como he señalado en otras oportunidades (Pimenta, 2015;2017), la noción de «comunidad», por ejemplo, oriunda del discurso indigenista de la FUNAI, es una reinterpretación contemporánea del nampitsi, el modelo asháninka de organización territorial y política. De manera similar, en la lógica nativa, la noción de «proyecto», adaptada de las ONG y de diversos sectores del Estado, hoy principal medio de acceso a los bienes industriales, es aprehendida a partir de una rica y compleja reelaboración simbólica de su sistema nativo de intercambio tradicional llamado ayõpari (o ayómpari en Perú) (Pimenta, 2009).…”