“…La participación de estas sustancias en el TP se asocia a la lógica de control del proceso, economía de tiempo, evitación del dolor y a la escasa importancia atribuida a las inteligencias corporales. También, y principalmente, se resalta la responsabilidad colectiva en los cuidados y autonomía de les parturientes, donde, como destacan, incluso la OE se genera en compañía de En oposición a las prácticas de intervención, nuestres interlocutores optan por PR centradas en las parturientes, en el mencionado modelo de "watchfull attendance", atento a la complejidad de cada persona, contextos, deseos, ritmos, necesidades e inteligencias corporales (Greco et al 2019). Todes coinciden en señalar que, en un TP sin problemas y con buen acompañamiento, la intervención con sustancias sintéticas, así como los tactos, episiotomías y monitoreos, no son necesarios ni deseables.…”