Consideramos aquí unas piezas documentales particulares como las declaraciones de cautivos tomadas en las fronteras por funcionarios coloniales. Los declarantes eran personas que habían sido cautivadas por grupos indígenas en malones u otras acciones violentas o, también, algunos que habían decidido escapar de los poblados coloniales para buscar una vida más libre. Evaluamos especialmente el formato pautado de estos documentos, los diversos actores que logramos identificar como autores ocultos de esos escritos, el contenido en cuanto a los datos etnográficos y las situaciones precisas de su producción.Palabras claves: archivo, crítica de fuentes, etnohistoria, grupos indígenas.
IntroducciónEl estudio de los grupos indígenas durante el período colonial americano constituye una tarea que apela a la paciencia del artesano para reconstruir momentos históricos e identificar datos etnográficos a partir de los discursos generados por otros. Los grupos indígenas y los colonizadores establecieron variadas formas de interrelación en los distintos ámbitos de frontera, generando un espacio mestizo de mutuo conocimiento cuya administración ocupaba un lugar central en la agenda de la monarquía española y sus funcionarios de distintos rangos. Desde esas fronteras, y para su gobierno, se produjeron numerosos testimonios administrativos, personales y científicos que hoy conforman la base documental que permite estudiar la historia de los grupos indígenas de la región. También, desde los primeros contactos interétnicos se conformó un imaginario particular sobre los espacios de frontera, entendidos como parajes lejanos, marginales y diferenciados de otros lugares ocupados por las ciudades; como tierras libres o regiones inhabitadas -en una tendencia reiterada por negar la presencia de poblaciones nativas-; como ámbitos en donde ocurrieron relaciones interétnicas, mestizajes, intercambios simbólicos, complementariedad y competencia por los recursos, y donde se crearon mecanismos -como los tratados de paz, los indios amigos, las misiones, guardias y fuertes-para el reconocimiento, ocupación, control y defensa del territorio (Nacuzzi y Lucaioli 2014).La documentación que hoy constituye la principal fuente para los estudios de Antropología histórica se produjo desde los ámbitos públicos y privados y luego, ya sea por azar o por su valor histórico, fue incorporada al conjunto de documentos preservados en algún repositorio regional,