El envejecimiento ha despertado un gran interés en las últimas décadas, estimulando así la aparición de multitud de modelos tanto explicativos como descriptivos, siendo uno de los más destacados el envejecimiento de éxito. Sin embargo, el interés por la vejez parece haber partido de aspectos cuantitativos y económicos, caracterizándolo de problemática social. Este hecho, sumado a los frecuentes estereotipos y prejuicios sociales de los que son objeto las personas mayores, ha convertido a la vejez en un factor de marginalidad. Así, este artículo se propone reflexionar sobre algunos posibles factores, tanto psicológicos como psicosociales, implicados en un supuesto envejecimiento considerado de éxito, pero desde una óptica bioética que asegure un foco de interés último en la autonomía, dignidad y libertad de las personas.