“…Por un lado, la naturaleza no sólo pierde un sentido de entidad propia o esencial, sino que es a la vez principio y producto de lo social, y entonces en el contexto actual pensar la naturaleza es pensar los efectos de naturalización de lo social. Como sostiene Jacques Derrida, "no hay ninguna naturaleza, sólo existen los efectos de la naturaleza: la desnaturalización o la naturalización", una idea que, por caso, retoma Judith Butler (2002) para atacar las bases materiales del cuerpo y así a rmar que el cuerpo no es naturaleza ni materialidad; o que Pierre Bourdieu (1999) consagra con su fórmula de que el cuerpo está en lo social y lo social está en el cuerpo, pretendiendo indicar cierto borramiento de las fronteras que el nacimiento del cienti cismo social establecía entre la naturaleza y la cultura, pero a la vez rea rmando la centralidad que tiene para nuestras sociedades lo corporal (Galak, 2015). Incluso podría agregar que el concepto de habitus con el que opera Bourdieu, que en varios pasajes de su obra es signado como "la historia hecha naturaleza" o como "la historia hecha cuerpo" 3 , debe en parte su origen a una de las formulaciones de Karl Marx, quien indicaba que la naturalización es el olvido de toda historia: esto es, sólo olvidando la génesis de cualquier proceso social es que podemos a rmar que algo es natural.…”