“…Esta práctica ancestral contribuyó y, aún en la actualidad, contribuye a la subsistencia de muchas comunidades aborígenes de nuestro país (Rapoport et al, 1998;Ladio & Lozada, 2000;Azar, 2002;Arenas, 2003;Ladio, 2004;Scarpa, 2009;Aguirre, 2012;Aldazabal et al, 2012;Martínez, 2012;Martínez Crovetto, 2012;Montani & Scarpa, 2016). Asimismo, otros sectores sociales, campesinos y suburbanos de diversas regiones también conocen y utilizan vegetales silvestres, aunque no basan su alimentación en estos ítems (Hilgert, 1999;Ladio & Rapoport, 1999;Ladio, 2005;Biurrun et al, 2007;Ochoa & Ladio, 2011;Muiño, 2012;Hurrell et al, 2013).…”