El artículo pretende reflexionar sobre la importancia de los conocimientos socio-humanísticos en procura del rescate de la esencia de la academia, así como en la formación integral e idónea de estudiantes en proceso de formación docente de Educación Básica Primaria. El análisis parte de una revisión bibliográfica acerca de cuáles han sido las tendencias pedagógicas en el campo socio-humanístico que se han mantenido constantemente en las prácticas docentes, visibilizando allí dos vertientes del humanismo: uno clásico, neoconservador y romántico, el cual se basa en la formación por competencias, la práctica centrada en un currículo ya predefinido y las interacciones y relaciones que articulan contenidos tradicionales, los cuales están lejanos de las problemáticas latentes de las sociedades del conocimiento; y otro, poco frecuente, que se encamina hacia un humanismo liberador, emancipador y centrado en la libertad de los pueblos. Este último es el que nos interesa incentivar tanto en las aulas de clase universitaria en general, así como particularmente en el proceso de formación docente de estudiantes, con el fin de generar procesos democráticos y ciudadanos, así como espacios interculturales que permitan transformaciones de pensamiento necesarias para humanizar las sociedades de hoy.