“…La investigación clínica ha caracterizado al implante como un dispositivo con efectos colaterales mínimos o leves (Odalys Acosta et al, 2019;Pérez Parra et al, 2001), siendo las alteraciones del ciclo menstrual el principal efecto adverso identificado. Sin embargo, se ha encontrado un importante desarrollo de investigaciones dedicadas a relevar los efectos producidos por el uso del implante (Espitia-De La Hoz, 2020; Odalys Acosta et al, 2019;García-León, et al, 2011;Patiño et al, 2006) y sus consecuencias en la adherencia al método (Gómez-Hernández, 2017;Calixto-Morales et al, 2015). En efecto, se han desarrollado estudios centrados específicamente en los efectos secundarios que puede originar el uso de esta tecnología y en las causas de su discontinuación (Angarita, 2017;Gutiérrez Ramos, 2017).…”