“…Estos hallazgos se contraponen a los diversos estudios que indican una mayor tendencia de las mujeres a cometer actos agresivos de tipo psicológico/verbal (e.g. Corral y Calvete, 2006;Hird, 2000;Malik et al, 1997;Muñoz-Rivas, Graña et al, 2007b;Muñoz-Rivas, González, Graña y Peña, 2007;Riggs y O'Leary, 1996) y de tipo fí-sico medio como bofetadas, agarrones o empujones (e.g., Clark, Beckett, Wells y Dungee-Anderson, 1994;Follingstad, Wright, Lloyd y Sebastian, 1991;Foshee, 1996;Gray y Foshee, 1997;Jenkins y Aube, 2002;Sears, Byers y Price, 2007;Sharpe y Taylor, 1999). A pesar de que la literatura indica mayoritariamente que, en las relaciones de noviazgo, las mujeres cometen más actos agresivos que los hombres, entendemos que podría deberse a que no son tan reacias como los hombres a expresar que abofetean o empujan a sus parejas, probablemente por la mayor tolerancia social (potenciada por el cine y la publicidad) de las agresiones medias cuando son perpetradas por las mujeres (González y Santana, 2001).…”