Narrar, exponer y argumentar es el resultado de 10 años de investigación, de la Maestría en Educación, de la Universidad Tecnológica de Pereira. En esta obra se da cuenta de "nueve experiencias de intervención con secuencias didácticas, orientadas hacia la comprensión o producción de textos narrativos, expositivos y argumentativos. Estos procesos, que hacen parte de los propósitos nacionales por transformar la educación, logran, entre muchas otras cosas: visibilizar la persona del estudiante en la construcción de su propio conocimiento, empoderar al maestro y re-considerar su papel en la cimentación de una nueva sociedad y, algo de vital interés, demostrar que desde el aula, profesores y estudiantes, pueden alcanzar grandes metas cognitivas, procedimentales y actitudinales si se democratiza el saber, se modifican las metodologías y se abren las puertas a una verdadera participación. En el inicio de las investigaciones aquí evidenciadas, los maestros investigadores pudieron constatar que sus propias prácticas de enseñanza asumían el lenguaje como algo estático, abordado, primordialmente, desde una perspectiva gramatical. La realidad indicaba que los significativos avances teóricos en didáctica no habían transformado las prácticas educativas, las cuales seguían perpetuando modelos tradicionales, en los cuales los problemas están ubicados, de manera reiterativa, en los estudiantes y no en la manera como se enseña. Por esta razón, las iniciativas deben partir de la buena disposición del profesor y de su deseo de hacer las cosas de manera distinta, algo que aún tiene un carácter de osadía, de profanación y rebeldía. En este orden de ideas, esta obra es, a la vez, un ejemplo de la potencia del cambio, representado en una determinación altruista del profesor y un indicio de todo aquello que se ha dejado de hacer en educación, por falta de esa determinación y por haber olvidado, bajo el embrujo de la conformidad, que educar tiene que ver con soñar, descubrir y ser felices.