La pandemia COVID-19 ha venido para quedarse, por lo que nos veremos obligados a adaptar nuestra forma de vida para convivir con ella. Con todo, las crisis suponen siempre una oportunidad para la innovación y el cambio y, en consecuencia, como educadores tenemos la obligación de repensar la didáctica de las enseñanzas artísticas y las metodologías para utilizar las estrategias dramáticas en cualquier nivel educativo. En este artículo intentamos proponer unas reflexiones centradas en los siguientes puntos: repensar la educación inspirada por las pedagogías emergentes; postular las enseñanzas artísticas como core curriculum; revisar los contenidos de teatro/drama en la educación y las nuevas modalidades teatrales; reconsiderar el papel del profesorado de enseñanzas artísticas en la educación; proporcionar al profesorado nuevos procesos de aprendizaje con las TICs y metodologías fundamentadas en las TACs; considerar las actividades artísticas como instrumento para el trabajo por ámbitos en la enseñanza; y plantear nuevos instrumentos para valorar las actividades y productos escénicos en la educación. En definitiva, el reto que se nos presenta actualmente es cómo trasladar a la virtualidad los elementos esenciales de las enseñanzas artísticas, que se basan en el proceso, la performatividad, la presencia, y el deseo de crear juntos.