“…No obstante, la visualización de algunas neoplasias solo con la FB demostró que la TC aislada no fue suficiente para descartarla, manteniendo una relación complementaría que incrementa su interés si consideramos que estas lesiones estaban en estadios iniciales y que en múltiples ocasiones la presencia de hallazgos dudosos obligan a realizar ambas exploraciones. Así, creemos que en los pacientes con una radiografía normal o inespecífica y según la distribución etiológica observada en nuestro medio, la TC debería ser la primera exploración a realizar y debería acompañarse de la FB si existe la sospecha o riesgo de una neoplasia, que podría evitarse si otro diagnósti-co justificara el sangrado, el sangrado no es importante, persistente, activo, recidivante, dudoso o puede ser bilateral y responde al tratamiento (5,6,15,18,21,22,24).…”