Originario de América tropical, el guanábano (Annona muricata) tiene gran potencial y expectativa de producción en México. No obstante, presenta problemas de plagas que limitan su cultivo. Uno de estos es el picudo del fruto (Optatus palmaris), cuyo daño demerita la calidad y rendimiento. Se evaluaron los insecticidas y repelentes: spinosad, spinoteram, azadiractina, lambda-cialotrina, clorpirifos, imidacloprid y etofenprox. Se evalúo el porcentaje de mortalidad, consumo de fruta y se determinaron la CL50 y TL50. Una hora después de la aplicación se observó 89.2% y 85.7% (α< 0.05) de mortalidad con lambda-cialotrina y clorpirifos en concentración de 0.025 g ia L-1 y 2.4 g ia L-1, respectivamente. Spinosad y azadiractina no tuvieron efecto de mortalidad en concentraciones de 0.6 g ia L-1 y 32 g ia L-1, respectivamente (α< 0.05). A las 12 h después de la aplicación spinosad (0.6 g ia L-1), lambda-cialotrina (0.0012 g ia L-1) y clorpirifos (0.24 g ia L-1) ejercieron más de 95% de mortalidad (α< 0.05). El consumo de fruta fue menor con aplicación de lambda-cialotrina, 24.9% de fruta consumida (α< 0.05). El insecticida con mayor toxicidad fue imidacloprid con una CL50 de 0.06 g ia L-1 y TL50 de 0.3 h, le siguió el spinoteram con una CL50 de 0.96 g ia L-1 y un TL50 de 0.36 h. Azadiractina no ejerció mortalidad ni disminuyó el consumo de fruta comparado con el testigo absoluto en concentraciones de 0.32, 3.2 y 32 g ia L-1 (α< 0.05) por lo que no se recomienda el uso de este producto para el control de O. palmaris.