Los siete saberes necesarios para la educación del futuro (1999), de Edgar Morin, es un texto que ha marcado el saber educativo durante los últimos veintitrés años, pues expresa elementos clave para comprender al ser humano desde la educación, enmarcando su existencia en un contexto de cambios constantes a nivel tecnológico y de desafíos planetarios entre los que la sombra de la extinción se encuentra de forma permanente. Es frente a este escenario que Morin plantea siete saberes clave para el entendimiento humano en la actualidad: enfrentar las cegueras del conocimiento, alimentar los principios de un conocimiento pertinente, enseñar la condición humana, enseñar la identidad terrenal, enfrentar las incertidumbres, enseñar la comprensión y cultivar la ética del género humano. En este escrito se reflexiona sobre estos saberes desde la perspectiva de la alfabetización en información, con lo que se visualizan la importancia de la información y la necesidad del ser humano de comprender cómo se crea, se emplea, se refina y se vuelve a reutilizar para generar nuevo y mejor conocimiento, fundado en principios científicos y éticos coincidentes con la educación.