“…Los adolescentes presentan una elevada vulnerabilidad frente a los accidentes, violencia, suicidios, embarazos prematuros, consumo de sustancias, hábitos alimenticios y enfermedades de transmisión sexual según refiere la Organización Mundial de la Salud 25 . La adolescencia es una etapa de cambios y fluctuaciones emocionales que deben propiciar el proceso hacia la madurez psicológica y social, generar identidad, proyecto vital y habilidades de afrontamiento 1,23,[26][27][28] , lo que implica ruptura y a la vez dependencia de las figuras paternas 2,20 dado que la influencia de los padres es crucial para el aprendizaje y afianzamiento de factores protectores, así como también de factores de riesgo relacionados a conductas autodestructivas 29,30 . Existen muchos elementos precipitantes del suicidio que afectan la salud mental y física de los niños, niñas y adolescentes tales como: conflictos intrafamiliares, problemas escolares, influencia de grupos de pares peligrosos, crecer en entorno violento y/o vulnerable, crecer sin un proyecto de vida, además de factores psicológicos como depresión, angustia, trastornos del humor y problemas de autoestima, relacionados con un acontecimiento afectivo que se experimenta como una sensación o emoción intensa y positiva, que se afecta de acuerdo a la percepción del éxito, fracaso y la proyección del individuo 9 .…”