La introducción del aprendizaje a distancia en varios países ha cambiado el mundo porque ha brindado oportunidades a la persona más vulnerable social y económicamente, que difícilmente pudieran haber llegado a ella. Es fácil hablar de los grandes beneficios que ha traído este modelo de educación a estudiantes de muy pocos recursos y a zonas alejadas de las grandes capitales áreas urbanas, donde la mayor parte de la formación académica se centra en el intercambio presencial con las personas. La educación a distancia nace en una época en que Internet no existía, pero contaba con los mecanismos necesarios para funcionar de manera efectiva, los estudiantes recibían materiales didácticos impresos (libros, guías de estudio y CD), para sus estudios en casa. Es claro que la llegada del Internet marcó un cambio en el mundo y la forma en que vivimos, esta herramienta es el impulso de esta modalidad de estudio, igualmente no se puede hablar de instrucción a distancia sin reconocer el gran aporte de la educación tradicional de forma presencial en varios países del mundo, pero tampoco se puede pasar por alto, que millones de personas no pueden acceder a este tipo de aprendizaje presencial por varias razones; demográficas, económicas, sociales personales, entre otras. Este Paradigma de enseñanza y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) aportan oportunidades que fortalecen las posibilidades de ingreso a los procesos educativos que deben ser aprovechados para involucrar a las personas y con ello cumplir el derecho a la educación. En especial el sistema universitario se caracteriza actualmente por la coexistencia de instituciones públicas y privadas, si bien la educación inclusiva es un derecho humano fundamental establecido por la UNESCO, todavía falta mucho por hacer, porque va más allá de brindar la oportunidad de estudio virtual, implica un desarrollo tecnológico, con el acceso a internet, equipos de computación, un desarrollo curricular multicultural entre otros factores cuya visión sea exclusivamente inclusiva con un alto valor agregado para la sociedad y para quienes más lo necesitan. Esta forma de aprendizaje a distancia permite a los estudiantes determinar su propio tiempo de estudio de acuerdo con la disponibilidad que se tiene para ello, porque la realidad es que, en la actualidad, jóvenes, adultos tienen como prioridad trabajar para lograr el ingreso que permite la manutención propia y muchas veces el aporte a sus familias.