En el escenario democrático actual, marcado por la emergencia constante de demandas reivindicativas de los pueblos originarios y por el auge de sus derechos a escala mundial, aún persisten lógicas de intervención multiculturalistas neoliberales impulsadas por las políticas del Estado-Nación de Chile y dirigidas al pueblo mapuche. Estas lógicas se materializan en discursos y prácticas coloniales que refuerzan una matriz de discriminación y no-reconocimiento. Tomando elementos del pensamiento decolonial, este artículo ofrece un análisis crítico sobre las paradojas y tensiones presentes en las lógicas de intervención estatal, que son dirigidas hacia la población mapuche en Chile. Se proponen claves para avanzar hacia una intervención social situada, parcial y decolonial, tomando aportes de la feminista Donna Haraway (1995) sobre conocimiento situado, y aportes del Trabajo Social situado. Finalmente, se problematiza la idea de intervención social situada desde la perspectiva disciplinar del Trabajo Social, identificando desafíos para la formación profesional.