“…Por esto, es necesario que habiendo paseado por los enfoques de los estudios realizados se seleccione uno aparte de la maronarrativa, a fin de ver como realmente se mueven las pandillas en la ficción o texto funcional. No obstante, los orígenes de estas agrupaciones delictivas se remontan a la década de los 70 en Estados Unidos, y a partir de los 80 se presentan las primeras Artículo Página126 Página126 influencias en Centroamérica, donde empiezan a tomar poder territorial y a aparecer en diferentes aristas ajenas a la literatura, como en la televisión, música, moda y videojuegos; (Carballo, 2017) menciona que en canciones como las del grupo Soya Criminales MS 13 y el programa Capitán Centroamérica, se presentan estas asociaciones del crimen organizado con una imagen de ostentar la realidad centroamericana. Entonces, dentro de la narrativa los personajes pandilleriles cumplen un rol específico con características notables, por ejemplo, escenas violentas, donde estos son los autores de las muertes de otros personajes.…”