“…Ya en la época de Felipe II, pero más todavía en los años 1620-1660, los reinos del sur de Italia estuvieron implicados en gran medida en los conflictos europeos de la Monarquía, en el Sacro Imperio, en Flandes y, luego, en Cataluña y Portugal. 45 La guerra de los Treinta Años, la revuelta de los catalanes (1640-1652) y los conflictos con Luis XIV de Francia sitúan en primera línea a los reinos pirenaicos de la Monarquía (Navarra, Aragón, Cerdaña, Cataluña), definiendo coherencias (o tensiones) que po-Pedralbes, 43-1 (2023), 21-49, issn: 0211-9587, doi: 10.1344/pedralbes2023.43-1.2 demos examinar a través de las dinámicas que estructuraron cada agrupación, tanto de puertas adentro como a escala peninsular y europea. 46 Aragón y Cataluña, al ser los dos miembros principales de la Corona de Aragón, están al unísono atrapados en otras lógicas, propias de otros agregados territoriales y dictadas por su pertenencia a la monarquía española y no solo a la Corona de Aragón.…”