“…No obstante, la sociología y la ciencia política, en España, constituyen profesiones no reguladas, no corporativas, y que, por tanto, carecen tanto de disposiciones jurídicas específicas como de una "jerarquía burocrática" (Bulcourf & Vázquez, 2004, p. 291), con las repercusiones negativas que esto puede tener para el progreso de la profesión. Por ello, para ambas disciplinas resulta imprescindible una sólida cimentación de la identidad propia, que redunde en un elevado prestigio social y proyecte una imagen de mayor efectividad en el desempeño de determinadas tareas respecto a sus más inmediatas competidoras (Scott, 2008;Ashforth, Rogers & Corley, 2011;Alonso-Domínguez, Eguren & González Fernández, 2016;Fernández-Esquinas, 2016;Guilló & Santiago, 2016). En el proceso mediante el cual las profesiones devinieron en ocupaciones, encontramos algunas de las claves para la consecución de autonomía, acceso al poder y establecimiento de sólidas jurisdicciones.…”